El puesto de la Corporación de Productores de Yute (BJMC, en inglés), una planta cuya fibra se dedica fundamentalmente para la elaboración de sacos de empaque, en la Feria Internacional de Comercio de Dacca se encuentra inundado estos días de compradores deseosos de adquirir bolsas biodegradables.
Se trata de las "bolsas doradas" -conocidas así por su color amarillento- desarrolladas por la estatal BJMC a partir de yute, un producto del que Bangladesh fue el principal exportador en sus primeros años de independencia pero que hace décadas perdió su esplendor.
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ALTERNATIVA BIODEGRADABLE AL PLÁSTICO
El director gerente de la compañía farmacéutica Mabco Laboratories, Alim Uddin, acudió a la feria anual de enero para encargar 10,000 bolsas para su compañía, que busca distribuir sus medicinas en este embalaje biodegradable.
"Sé que esta bolsa cuesta más comparada a una bolsa de plástico normal, pero no importa. Puedo cargar con el coste para ayudar al medio ambiente, y estoy seguro de que los consumidores también estarán contentos", dijo Uddin a Efe frente al puesto de la BJMC.
Bangladesh se convirtió en 2002 en uno de los pioneros en prohibir las bolsas de plástico de un solo uso, pero la normativa no se cumple debido a la falta de una alternativa viable y de control por parte de las autoridades.
Un consejero científico de la compañía estatal e inventor de la bolsa en 2018, Mubarak Ahmad Khan, afirmó a Efe que si es comercializa con éxito contribuirá a reducir el uso global de plástico que tarda unos 450 años en descomponerse en el medio ambiente.
"Estas bolsas son muy diferentes a las tradicionales de polipropileno o polietileno. Son totalmente biodegradables porque no hay plástico en su composición y el principal ingrediente es la celulosa de yute", dijo Khan.
Una hectárea de esta planta absorbe quince toneladas de dióxido de carbono y añade once de oxígeno en 120 días, de acuerdo con el científico.
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FALTA DE FINANCIACIÓN
"La gente quiere comprar miles de ellas, pero no podemos proveerles en estas cantidades tan grandes porque no hemos empezado la producción comercial de la bolsa. Estamos exponiéndolas aquí sobre todo para concienciar a la gente de su existencia", dijo a Efe el director adjunto del BJMC, Khalilur Rahman.
Hace falta más financiación para producir las bolsas en masa y convertirlas en una verdadera alternativa, dicen desde la compañía estatal que en la actualidad fabrica tan solo 2,000 unidades al día.
Según Khan, el científico responsable de su invención, la aprobación por parte del Gobierno bangladesí de 900,000 dólares adicionales -procedentes de su fondo para el cambio climático- para la investigación ulterior del producto es insuficiente.
"No podemos utilizar el fondo para el clima para comercializar un producto, necesitamos encontrar financiación. Científicamente no hay ningún vacío, pero hay problemas de gestión", explicó Khan.
El científico precisó que la compañía debe desarrollar maquinaria específica para su producción porque no se puede utilizar las diseñadas para las bolsas de plástico tradicional, aunque el envoltorio biodegradable se enfrenta a otros desafíos.
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DIFÍCIL DE COMERCIALIZAR
"El precio es el principal problema en este momento. Si puede ser reducido o controlado y hecho comercializable será una muy buena alternativa a las bolsas de polietileno. El Gobierno debería subvencionarlo", confió a Efe Maqsood Sinha, cofundador y director ejecutivo del negocio social que promueve el reciclado Waste Concern.
La BJMC cobra por el momento diez taka (unos diez céntimos de euro) por cada bolsa, una cantidad varias veces superior al coste de los envoltorios de plástico.
Pero desde la compañía estatal esperan que cuando sean capaces de producir las bolsas de yute en masa la diferencia de precio será reducida.
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EL PROBLEMA DEL PLÁSTICO
Según un estudio publicado en febrero de 2019 por Waste Concern, los núcleos urbanos de Bangladesh generan 821,250 toneladas de residuos plásticos, mientras que 207,685 toneladas son vertidos al mar cada año.
El documento, realizado en colaboración con el Departamento de Medio Ambiente bangladesí, concluyó que el consumo de productos de plástico solo en Dacca aumentó a 38.4 libras (17.24 kilos) por persona en 2017 frente a los 12.25 libras (5.56 kilos) de 2005.
"Los objetos de plástico son reciclados en una buena cantidad en Bangladesh, pero las bolsas de un solo uso son realmente un problema", dijo Sinha.
El activista concluyó esperanzado que si Bangladesh consigue concienciar a la gente "para que usen bolsas biodegradables, habrá un efecto cascada y la basura no acabará en los vertederos".
Azad Majumder