WASHINGTON - Los miembros del Colegio Electoral en Estados Unidos se reunieron este martes en sus respectivos estados para formalizar la victoria de Donald Trump, un paso más en el proceso para que el líder republicano llegue a la Casa Blanca el 20 de enero.
El magnate neoyorquino recibió los suficientes votos electorales para convertirse oficialmente en presidente electo, un hito que según la cadena CNN alcanzó cuando los delegados de Texas le otorgaron los 40 votos electorales de ese estado en su reunión celebrada en Austin.
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La cita ha pasado prácticamente desapercibida a diferencia de lo que pasó hace cuatro años, cuando electores partidarios de Trump trataron de reunirse en siete estados en un intento de revertir el resultado electoral, que dio como ganador al demócrata Joe Biden.
Algunos de esos electores que hace cuatro años intentaron formar una votación paralela contraria al resultado de las urnas este martes formaron parte del cuerpo oficial de delegados republicanos en estados como Pensilvania o Michigan.
La mayoría de los estados organizaron sus votaciones a primera hora de la tarde, sin que se hayan reportado incidentes.
En Arizona, sin embargo, los electores mantuvieron en secreto el lugar de su reunión por motivos de seguridad.
Trump ganó las elecciones del pasado 5 de noviembre en estados que le otorgan 312 votos en el Colegio Electoral, frente a los 226 de la candidata demócrata, la actual vicepresidenta, Kamala Harris. Para resultar vencedor se necesitaban 270 de los 538 existentes.
Una vez concluido el procedimiento del martes, los certificados con los resultados de los respectivos estados se envían a Washington, donde deben estar en manos del presidente del Senado -en este caso Harris- y del archivista de Estados Unidos antes del 25 de diciembre.
El archivista es el encargado de transferir los certificados al nuevo Congreso, que se forma el 3 de enero y que tras las elecciones de noviembre pasará a estar bajo control republicano.
El 6 de enero, el nuevo Congreso se reúne en una sesión conjunta de las dos cámaras para contar formalmente y anunciar los votos de los estados, que deben reflejar 312 para Trump y 226 para Harris.
En esa sesión, los legisladores pueden hacer públicas objeciones a los certificados si consideran que ha habido irregularidades.
Esta fecha también fue clave hace cuatro años, ya que partidarios de Trump asaltaron violentamente el Capitolio tratando de evitar el conteo de votos que daba la victoria a Biden mientras decenas de congresistas republicanos objetaban los resultados.
Esta vez, sin embargo, no se esperan mayores sobresaltos en este proceso tedioso que a lo largo de la historia ha pasado inadvertido.
"Para ser honesto, me había olvidado. Así de aburrido y sin incidentes va a ser", dijo en declaraciones al diario The Washington Post, Gabriel Sterling, un alto funcionario electoral del estado de Georgia.
Sterling tuvo un papel clave en 2020 ya que tuvo que defender el resultado de las urnas, que los partidarios de Trump trataron de manipular.