Un camionero que transitaba por la interestatal 75 observó estupefacto cómo un pequeño avión sobrevolaba a escasa altitud, en paralelo a su vehículo pesado.
"En el momento que lo pensé, ya lo vi al lado de mi ventanilla... más cerquita y más cerquita... hasta que crash, cayó y yo frené... porque se va a desplomar, se va a desplomar...", relató Alfonso del Nodal, conductor del tráiler de 18 ruedas y principal testigo del dantesco accidente aéreo.
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Según se supo, la desafortunada nave, un jet privado, había partido pocas horas antes del aeródromo de la Universidad de Ohio con destino al aeropuerto de Naples, al suroeste de Florida. No obstante, momentos previos a estrellarse, el piloto Edward Murphy contactó desesperado a la torre de control para informar la emergencia.
"Perdimos los dos motores. Estoy haciendo un aterrizaje de emergencia", fueron sus estremecedoras palabras. El controlador trató de guiarlo hacia una pista cercana, pero Murphy replicó con fatalismo: "Tenemos autorizado aterrizar pero no vamos a alcanzar la pista, perdimos los dos motores...".
Acto seguido, la aeronave se precipitó sobre el amplio canal del tránsito vehicular, impactando a un costado del camión de Del Nodal, quien solo atinó a detener la marcha mientras el fuselaje reventaba en una bola de fuego.
"El humo enseguida llegó al cielo. Las buenas personas nos bajamos pero el calor no nos dejaba, y llegando a la llamarada hubo una segunda explosión en tierra...", describió el conductor, aún conmocionado.
Tres pasajeros lograron salir de la carcasa en llamas, pero al ser consultados por otro automovilista que cruzó los carriles, confirmaron que el piloto y copiloto seguían en la aeronave calcinada. Se trataba de Murphy e Ian Frederick Hofmann, de 65 años, quienes murieron carbonizados.
EEUU
"Cuando pasé se sentía el calor... Pasé rápido, pero se sentía el calor...", recordó espantado Del Nodal. Ahora la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte indaga el percance, examinando registros de mantenimiento y pericia del piloto fallecido.