WASHINGTON - En su primera aparición importante en el escenario global, el presidente Joe Biden pidió a los gobernantes del mundo que demuestren juntos que “las democracias todavía pueden cumplir” al tiempo que destacó el empeño de su gobierno de dejar atrás rápidamente el enfoque de “primero Estados Unidos” de su predecesor Donald Trump.
En un discurso a distancia a la reunión anual de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Biden dijo que era un momento crucial para que las democracias “demuestren que nuestro modelo no es una reliquia de nuestra historia”.
“Estamos embarcados en un debate fundamental sobre la dirección futura de nuestro mundo”, dijo Biden en su discurso poco después de participar por primera vez como presidente en el Grupo de los Siete (G7). Ese debate es “entre los que sostienen que — dados los retos que enfrentamos, desde la cuarta revolución industrial hasta una pandemia global — la autocracia es el mejor camino hacia adelante y los que comprenden que la democracia es esencial para enfrentar esos retos”.
Biden hizo su discurso a una audiencia global cuando su gobierno empieza a revertir las políticas de Trump.
Dijo que EEUU está dispuesto a regresar a las conversaciones y reingresar al acuerdo nuclear multilateral con Irán de 2015, abandonado por el gobierno pasado.
Biden también habló sobre los retos económicos y a la seguridad nacional planteados por Rusia y China, así como la guerra de Afganistán que lleva dos décadas y de donde debe retirar los 2,500 efectivos estadounidenses antes del 1 de mayo bajo un acuerdo de paz negociado por Trump con el Talibán.
Al hablar de los desafíos que enfrentan EEUU y sus aliados, Biden se empeñó en dejar en claro que quiere reparar una relación transatlántica que sufrió momentos de tensión con Trump, quien cuestionó reiteradamente el valor de las alianzas históricas.
“Sé que los últimos años han tensado y puesto a prueba la relación transatlántica”, dijo Biden. “Estados Unidos está resuelto a renovar la relación con Europa, consultarlos, recuperar nuestra posición de confianza y liderazgo”.
En el G7, dijeron funcionarios del gobierno, Biden se concentró en lo que aguarda a la comunidad internacional al enfrentar las crisis de salud y economía creadas por la pandemia de coronavirus. Dijo que en poco tiempo empezará a enviar $4,000 millones a un esfuerzo internacional para la compra y distribución de vacunas contra el coronavirus a países pobres, un programa que Trump se negó a apoyar.
