Un total de 11 burros fueron encontrados muertos cerca del manantial Owls Hole, en el Parque Nacional Death Valley, por lo que se abrió el Servicio de Parques Nacionales.
Los biólogos presumen que la muerte de los burros la provocó una floración de algas dañinas.
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"El NPS advierte que el agua del manantial Owls Hole debe considerarse insegura para que los humanos o las mascotas la tomen o beban. Además, las personas y las mascotas no deben manipular ninguno de los cadáveres. Los guardabosques instalaron un cartel de advertencia", se lee en el comuncado.
De acuerdo a información de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), las algas y las cianobacterias se producen naturalmente en el agua. "Es más probable que se conviertan en una floración de algas dañinas cuando el agua se mueve lentamente, está caliente y contiene altos niveles de nitrógeno y fósforo, como los de fertilizantes o aguas residuales".
Las tres condiciones se dieron en el manantial Owls Hole este verano, donde el agua está estancada. Este año Death Valley tuvo su verano más caluroso.
Se complica más el panorama porque, al parecer, los burros salvajes defecaron en el agua y cerca de ella. Hasta ahora, solo se han encontrado burros muertos, pero es probable que otros animales se hayan visto afectados.
"El Servicio de Parques Nacionales está trabajando para eliminar a los burros salvajes del Valle de la Muerte, por su propia seguridad y para reducir los impactos en la vida silvestre nativa", dijo el superintendente Mike Reynolds.
Local
Cabe resaltar que los burros no son nativos del Valle de la Muerte. Los aproximadamente 4,000 de estos cuadrúpedos del parque son descendientes de animales liberados por mineros hace décadas.