MÉXICO - La industria de aviación en México atraviesa por turbulencias que la colocan en un riesgo de despistarse, ya que opera solo al 15% de su capacidad debido a las restricciones de vuelo impuestas por diversos países para evitar la transmisión del SARS-CoV-2.
El cierre de los espacios de vuelo para las aerolíneas mexicanas, de un 85%, podría traducirse a fines del año en una pérdida de ingresos de al menos $5,291 millones, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Por ello es imperativo que las empresas del sector cuenten con apoyos claros y específicos de parte del gobierno, dijo el vicepresidente del organismo para las Américas, Peter Cerdá, en una entrevista virtual con medios mexicanos.
Las empresas mexicanas afiliadas a la IATA aún "no ven nada claro", pese a que desde el 25 de marzo le enviaron una petición formal por escrito al presidente Andrés Manuel López Obrador, y el 8 de abril, la Cámara Nacional de Aérotransportes (Canaero) pidió una reunión virtual con la funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
"No vemos ningún apoyo para las aerolíneas del gobierno mexicano", afirmó Cerdá.
En concreto, las aerolíneas piden descuentos en costos y tasas aeroportuarias como servicios, rentas, estacionamientos de larga distancia y ampliación del plazo de pago.
Además, ampliar el plazo de pagos del suministro de turbosina por parte de la estatal Petróleos Mexicanos o Aeropuertos y Servicios Auxiliares, entre otros.
De no lograrlo, advirtió Cerdá, están en riesgo 97,000 trabajadores contratados directamente por el sector, y otros 437,000 empleos generados de manera indirecta, así como la conectividad de México con el mundo una vez que se reabran los cielos, tras el control de la pandemia.