MÉXICO - El gobierno de México declaró este lunes emergencia sanitaria mayor por la pandemia de COVID-19 y anunció una serie de medidas de mitigación que endurecen las que ya había adoptado, pero que no tienen que ver con un toque de queda, como se había especulado.
La declaratoria, resultado de un acuerdo del Consejo Nacional de Salubridad que sesionó hace unas horas, fue leída por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, flanqueado por los secretarios de Salud, Gobernación, Defensa, Nacional y Marina.
El #QuédateEnCasa será obligatorio hasta el 30 de abril, dijo el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien es portavoz del gobierno mexicano para el tema de COVID-19.
La declaratoria de emergencia ocurre justo cuando México suma 1,094 casos confirmados de COVID-19, 28 decesos, 2,752 sospechosos, que son monitoreados, y 5,635 que dieron negativo a las pruebas.
López-Gatell detalló que el resguardo domiciliario aplica de manera estricta a los mayores de 60 años y con enfermedades crónico-degenerativas, así como embarazos, independientemente de si su actividad se considera esencial, y estén en el sector público o privado.
Toda la población en territorio mexicano, incluida la que llega al país a través de diversos medios, deberá cumplir el resguardo domiciliario.
Las diferentes medidas que contempla el acuerdo anunciado aplican tanto para el sector público y social, así como para el sector privado que ha mostrado su apoyo para frenar la pandemia a través de donaciones para equipo médico y hospitalario.
Todos los sectores que han sido definidos como esenciales deberán respetar medidas de sana distancia.
"No realizar actividades con más de 50 personas, se reduce el límite, además del lavado frecuente de manos, estornudar y toser aplicando la etiqueta respiratoria, saludo a distancia y todas las demás medidas de sana distancia vigentes y emitidas por la Secretaría de la Salud", precisó López-Gatell.
