MÉXICO - Sellaron su amor con una mirada y una sonrisa porque no pudieron hacerlo con el tradicional beso como ocurre en los cuentos de hadas.
"Por esta vez no se está realizando el beso al final para que no vaya a haber nuevos contagios", dice el juez en alusión a la pandemia.
Luz Maria y Luis Fernando decidieron casarse en tiempos del COVID-19, porque ya tenían tres meses posponiendo su boda y prefirieron que se hiciera con caretas de por medio, sin que pudieran estar sus familiares o amigos y con estrictas medidas sanitarias como ya se está haciendo costumbre.
"Aunque no nos esperábamos que esto pasara, estamos conformes y felices", expresó la novia, Luz María Saturnino.
Más parejas como ellos llegan hasta el registro civil con sus cubrebocas, con la ilusión de contraer matrimonio, pero con un dejo de tristeza porque están prácticamente solos y sus fiestas fueron canceladas.
"Toda la familia quiere convivir con nosotros pero ya ni modo, así lo vamos a hacer, ya nos tocó ya ni modo", dice el novio, Lino Evarista.
Los enlaces matrimoniales en todo México por igual se siguen realizando a domicilio bajo las mismas medidas de higiene y seguridad.
Los juzgados del país confirman que al principio de la pandemia las bodas civiles se redujeron hasta en un 70%, pero poco a poco los novios han preferido adaptarse para unir legalmente sus vidas.
Sandra y Jorge también se convirtieron en marido y mujer a través de una nueva modalidad.
Al igual que 50 parejas más usaron una aplicación para compartir con los suyos uno de los momentos más felices de su vida.
"No era lo soñado, pero gracias a Dios mientras esté con mi futuro esposo, todo se puede", asegura Sandra Galván, la novia.
Y así, acompañados solo por sus testigos, los novios se juraron amor eterno e inspiraron a muchos a demostrar que el amor es más fuerte que cualquier virus.
