Un comité técnico evaluará las causas de las consideradas “muertes sospechosas”
MÉXICO - Iris Sánchez se unió a las familias que incrédulas y confundidas revisan las actas de defunción de sus seres queridos, porque su esposo ingresó al hospital por una peritonitis y el documento dice que murió por neumonía o tal vez por COVID-19.
"No sabemos si en verdad se contagió, si en realidad tuvo", dice Sánchez.
Como este caso que no fue agregado a la lista de decesos producto de esta pandemia, la Organización Mexicanos Contra la Corrupción encontró cientos de defunciones en la capital mexicana que demostrarían que el número de víctimas es tres veces más grande que la cifra oficial.
"El gobierno de la ciudad podría no estar ocultando información adrede", matiza la investigadora Alejandra Barriguete.
Ella forma parte de los investigadores que analizaron las actas archivadas en siete juzgados capitalinos. Asegura que entre el 18 de marzo y el 12 de mayo se emitieron 4,577 certificados de defunción relacionados con esta causa.
"En 3,209 de estas actas la causa sospechosa era COVID-19, en 323 era confirmado y en 1,000 más se mencionaba COVID, coronavirus, entre otras", detalla Barriguete.
Para ese mismo periodo, indica la analista, los números oficiales confirmaron solo 937 muertes relacionadas con esa enfermedad y 123 casos sospechosos.
El gobierno local y federal han aceptado que existe un subregistro de casos, ya que la cifra de muertes por COVID -19 que se da a conocer a la población corresponde solo a pacientes que se les hizo la prueba y dieron positivo para este virus.
En el resto de las actas, que serán analizadas por un comité técnico, como confirmó la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, aparecen solo las palabras “sospechoso” o “posible” junto a la supuesta causa de muerte.
"Es una información que no se puede esconder, y no queremos esconderla", afirma Sheinbaum.
La diferencia de cifras en el corazón del país se suma a trabajos periodísticos internacionales que aseguran que han documentado que el número de casos y muertes por COVID-19 en esta nación es mucho más grande de lo que el gobierno reconoce.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido el primero en descalificar el trabajo de periodistas extranjeros y asegura que sus publicaciones son parte de una campaña en contra de su gobierno.
