CIUDAD DE MÉXICO — Más de 1,000 funcionarios del Instituto Nacional de Migración de México han sido referidos a la oficina de asuntos internos u obligados a renunciar después de que fueron sorprendidos exigiendo sobornos o en otros actos de corrupción, informó el viernes Francisco Garduño, director de esa dependencia.
El gobierno actual ha colocado cámaras en las oficinas de migración, las cuales captaron algunos actos sorprendentes, incluyendo a funcionarios extorsionando a migrantes, agregó Garduño.
En ocasiones, empleados de la agencia vendían formularios impresos en papel para concertar citas en las oficinas de inmigración cuando debían haber sido distribuidas gratuitamente, y algunos trabajadores solicitaban sobornos para aceptar solicitudes de visa o de otro tipo.
Otros recomendaban los servicios de asesores informales conocidos como “coyotes” que cobran por su labor, en lugar de que los funcionarios ayudaran a los migrantes a solucionar sus problemas.
Garduño dijo que se está atendiendo el problema, y señaló que los migrantes que llegan a México por rutas legales “merecen toda nuestra atención”.