medio ambiente

ONG piden apoyo internacional contra Tren Maya; AMLO: la obra va sobre rieles

Alertan que la polémica obra dañaría acuíferos y selva, además del patrimonio maya.

Telemundo

Una de las obras estrella de AMLO, avanza pese a alertas por devastación ambiental.

MÉXICO - Organizaciones ambientalistas, indígenas y civiles, solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tomar medidas cautelares para "evitar daños irreparables" al acuífero subterráneo de la Península de Yucatán, en el sureste de México, ante los posibles daños que ocasionaría la construcción del megaproyecto del Tren Maya.

La asignación de tres partes del millonario proyecto, una de las obras emblemáticas a las que se ha aferrado el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya fue otorgada a diversas empresas, pero la polémica no ha cesado.

Entre las distintas objeciones a la realización del Tren Maya está que la obra, según ambientalistas, carece de estudios de impacto ambiental y la obra devastaría la selva mexicana y acabaría con diversos ecosistemas.

En un comunicado, diversas organizaciones alertan sobre el daño al acuífero de la zona, que es un "elemento indispensable" de los territorios y principal fuente de abasto de agua de la población y de las comunidades del pueblo maya.

Por ello, en aplicación del principio precautorio en materia medioambiental, solicitaron que el Estado mexicano se abstenga de la construcción del Tren Maya por los "daños graves e irreparables que este pudiera ocasionar al acuífero".

No obstante, López Obrador en compañía de miembros de su equipo, como Rogelio Jiménez Pons, director de Fonatur, presentaron este lunes un video para defender la construcción del Tren Maya y minimizaron la crítica y oposición al proyecto.

El palacio, de 164 pies de alto, se ubica dentro de una ciudad maya prehispánica en Yucatán, México. Los arqueólogos estipulan que era utilizado por la élite de esa antigua civilización.

La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch Xíinbal y el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible señalaron en un comunicado que la construcción del Tren Maya "afectará el sistema de cenotes", del cual depende el derecho al agua, a un medio ambiente sano y al desarrollo de una vida digna de los pueblos mayas de la penínsul

El megaproyecto ferrocarrilero, de 1,475 kilómetros (916 millas) de extensión y que atravesará cinco entidades del sureste de México, es junto con el Aeropuerto de Santa Lucía en el Estado de México y la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco, los proyectos insignia en infraestructura de López Obrador.

PELIGRA PATRIMONIO HISTÓRICO Y CULTURAL

Ante el avance en el proyecto, que ya tiene tres tramos licitados y con fecha para arrancar su construcción, el 25 de mayo, las organizaciones solicitaron, el sábado 16 de mayo, la intervención de la CIDH.

La solicitud fue presentada debido a que el inicio de la construcción "amenaza con recrudecer la ya vulnerable situación ambiental del sistema de cenotes", ya desde muchos años antes, el Estado mexicano "ha permitido, tolerado y participado en su deterioro" siendo un promotor del desarrollo de megaproyectos turísticos, inmobiliarios y agroindustriales que utilizan y contaminan sus aguas en la citada península que integran los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo .

Las organizaciones señalaron que las autoridades mexicanas de los tres niveles de gobierno en esas entidades "han sido omisas en asegurar una infraestructura adecuada y suficiente para el tratamiento de las aguas residuales y el manejo de los residuos sólidos".

Además de haber otorgado concesiones para carga y descarga de agua que son operadas sin control, ni medidas de prevención ni mitigación, poniendo en peligro el patrimonio histórico, identitario y cultural de los pueblos mayas, así como su salud y sus vidas.

EN MARCHA PESE A LA PANDEMIA

El gobierno de México ha dicho que la obra tendrá una inversión total de cerca de 120,000 millones de pesos (unos $5,000 millones de dólares) para iniciar operaciones en 2024 en 951 kilómetros (568 millas) de cinco estados del sureste.

La polémica por la construcción de este proyecto, que inició este mes, se ha agudizado por la crisis de la COVID-19, que en México acumula al domingo más de 49,217 contagios y más de 5,177 defunciones.

Aunque el gobierno suspendió las actividades no esenciales de la economía al declarar la emergencia sanitaria el 30 de marzo, después ajustó el decreto para continuar la construcción de sus obras prioritarias, como el Tren Maya y la refinería Dos Bocas.

El presidente mexicano ha defendido la obra al considerarla parte de su plan para crear 2 millones de empleos este año frente a la crisis y ha dicho que podría detonar la generación de unos 100,000 empleos.

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