Agentes de ICE descendieron sobre docenas de tiendas 7-Eleven a lo ancho del país este miércoles, con el objetivo de llevar adelante auditorias de empleo y entrevistas a los trabajadores de los comercios, en lo que sería el operativo más grande contra el empleo de inmigrantes indocumentados durante la presidencia de Donald Trump.
De acuerdo a Associated Press, los agentes de inmigración se enfocaron en unas 100 tiendas de la compañía en todo el país, como parte de una investigación que comenzó hace cuatro años sobre las prácticas de contratación de empleados de un establecimiento 7-Eleven de Long Island, en Nueva York.
Las auditorias se llevaron adelante de forma simultánea en 18 estados, además de Washington D.C. Estos incluyen: California, Colorado, Delaware, Florida, Illinois, Indiana, Maryland, Michigan, Missouri, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Oregon, Pensilvania, Texas, Virginia, y el estado de Washington.
Los agentes detuvieron a 21 empleados de las tiendas que se cree están en el país sin documentos durante las redadas de este miércoles, pero ICE dijo que el plan está enfocado en cambiar las prácticas de las compañías más que en la detención de indocumentados.
Por su parte, 7-Eleven dijo en un comunicado que están al tanto de las acciones de ICE en diversas tiendas del país, y que cada tienda "es independiente y sus dueños responsables por sus empleados".
"Como parte del acuerdo para tener una franquisia, cada dueño debe actuar conforme a las leyes federal, estatales, y de empleo", agregó la compañía.
El operativo parece llevar a nuevas alturas la decisión de imponer una mano dura contra la inmigración ilegal en EEUU, uno de los pilares de campaña del presidente. Desde que Trump asumió la presidencia, los arrestos con motivos de deportación aumentaron un 40%, según AP.
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Derek Benner, directivo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, le dijo a AP que el operativo del miércoles es “el primero de muchos” y “la señal de lo que se viene” para empleadores.
Benner aseguró que habrán más auditorías de este tipo, aunque no precisó una cifra ni qué tiendas serán objeto de investigación.
"Los negocios que contraten a trabajadores indocumentados son un factor que contribuye a la inmigración ilegal, y estamos trabajando duro para terminar con ello", dijo Thomas Homan, director de ICE, en un comunicado. "ICE seguirá sus esfuerzos para proteger los empleos de los trabajadores estadounidenses y para eliminar las ventajas injustas de las compañías que explotan la inmigración ilegal.
En el barrio de Koreatown, en Los Ángeles, siete agentes que arribaron en vehículos sin marcas cerraron una tienda durante 20 minutos para explicarle la auditoría al único empleado presente. Los agentes les dijeron a clientes que llegaban que la tienda estaba cerrada brevemente para una inspección federal. Un chofer que entregaba un embarque de cervezas tuvo que esperar en el estacionamiento.
El administrador de la tienda estaba en Bangladesh, mientras que el dueño, contactado por teléfono, le dijo al cajero que aceptara los documentos que le entregaran los agentes, que dijeron que regresarían el martes para recoger la documentación de nómina que solicitaron.
Tras las inspecciones, los funcionarios planeaban examinar si hay casos que merezcan una acción administrativa o una investigación penal, dijo Benner.
“No va limitarse a grandes compañías ni una industria en particular, grande o pequeña”, agregó.
La cadena 7-Eleven, que tiene más de 8,600 tiendas en EEUU, dijo que ha anulado previamente acuerdos de franquicia para dueños declarados culpables de violar leyes laborales.
Las contrataciones ilegales raramente son penalizadas criminalmente, en parte porque las investigaciones toman tiempo y las convicciones son difíciles porque los empleadores pueden argumentar que fueron engañados con documentos fraudulentos.