La explosión se confundió con la de muchos petardos más que arrojaban hacia el aire, pero uno de ellos cayó sobre una mujer y provocó que su cabello y su cuerpo se incendiaran.
La herida este miércoles fue una víctima más de los grupos que últimamente se infiltran en las marchas que se realizan en Ciudad de México para provocar violencia.
Según investigaciones que se han realizado, la mayoría de ellos son jóvenes, vestidos de color oscuro, con los rostros tapados, y armados con palos, piedras y bombas caseras enfrentan a la Policía, destrozan lo que encuentran y rompen todo cerco y medida de seguridad.
"Se reconocen porque ahí están las pintas, por ejemplo, el muro negro", explica Alfredo Nateras, especialista en Movimientos Sociales y Juveniles.
Dice que sin duda estas agresiones tienen dos vertientes; por un lado, están los grupos de choque que buscan desestabilizar al Estado.
"Todas esas marchas están infiltradas por grupos", sostiene Nateras.
Y los otros, son jóvenes que se autodenominan “anarquistas” y quieren llamar la atención de esta manera.
"Todo lo que represente para ellos poder o dominación, entonces ellos lo van a violentar y se van a confrontar", explica.
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En especial ellos, indica el experto, usan este método para protestar en contra de todo aquello que creen que está mal en el país, sin importales los daños que provoquen.
Las autoridades ya están en busca de los responsables de estos destrozos, los están identificando a través de foto y video y ya tienen algunos nombres.
Y es que no pueden detenerlos infraganti porque la orden es no confrontarlos, mejor dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, los acusará con su mamá y sus abuelitos.
"Los verían como malcriados, les darían hasta sus jalones de oreja , sus zapes", considera López Obrador.
Pero la advertencia no surtió efecto, porque luego de ella volvieron a sembrar el terror en las calles cobijados por la el anonimato y la impunidad.