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SAN JOSÉ - Después de casi nueve meses desde la detección del primer caso, el COVID-19 ya es la primera causa de muerte en Costa Rica y las autoridades lanzaron este martes una advertencia a la población sobre el latente riesgo de un colapso en las unidades de cuidados intensivos.
"Llegamos a 1,731 decesos relacionados con COVID-19. El COVID-19 como un solo ente causal se convirtió en la primera causa de muerte en Costa Rica", declaró este martes el ministro de Salud, Daniel Salas.
El ministro envió condolencias a las familias de las víctimas e insistió en cuidar a los adultos mayores, que es la población de mayor riesgo ante el virus y a la que corresponde la mayoría de los fallecimientos.
El funcionario advirtió a la población que "se van a sumar muchos más (muertos) dependiendo de la empatía, la solidaridad y el respeto a la vida que manifestemos en las siguientes semanas e incluso meses".
Costa Rica, país de cinco millones de habitantes, detectó el primer caso de COVID-19 el 6 de marzo pasado y desde entonces acumula 140,172 contagiados y 1,731 muertes.
Según los expertos, Costa Rica alcanzó el pico de contagios a mediados de septiembre y desde entonces el país ha estado en una "meseta" con alrededor de 1,000 casos nuevos diarios.
En la actualidad, hay 571 personas hospitalizadas, de las cuales 224 se encuentran en unidades de cuidados intensivos, cifras que no se han reducido significativamente en los últimos meses.
El presidente de la Caja Costarricense del Seguro Social, Román Macaya, advirtió que Costa Rica tiene una capacidad limitada en unidades de cuidados intensivos con 359 camas.
"Los pacientes que están llegando a los hospitales lo están haciendo en condiciones más críticas y con más factores de riesgo, lo que hace su atención mucho más compleja", expresó Macaya.
Las autoridades temen que en las fechas festivas del mes de diciembre la población rompa sus burbujas familiares y desatiendan las medidas preventivas, y que ello provoque una nueva oleada de casos que amenace con saturar el sistema hospitalario, principalmente en unidades de cuidados intensivos.
El ministro de Salud recordó la importancia de utilizar correctamente la mascarilla, lavarse las manos constantemente, guardar la distancia entre personas, evitar aglomeraciones y reuniones.
"Como lo he dicho en otras ocasiones, esto es una carrera de resistencia, hemos superado nueve meses de pandemia, en los que, mayoritariamente, hemos persistido como población en el autocuidado y es urgente que no cedamos espacios en ese objetivo", afirmó Salas.
El ministro reiteró que "no es momento de bajar la guardia" y que "diciembre es un mes decisivo”.
Después de varios meses de cierres y aperturas graduales, Costa Rica mantiene en la actualidad una apertura casi total de las actividades económicas bajo protocolos sanitarios como el uso de mascarillas y la desinfección de manos; además de límites de aforo para garantizar el distanciamiento entre personas.